La gira de estadios “Mañana Será Bonito” de Karol G, que batió récords, presentó un nivel increíble de precisión sonora gracias al trabajo del ingeniero de FOH John Buitrago. Con meses de viaje y decenas de presentaciones, la gira demandaba no solo exactitud, sino también resistencia del equipamiento utilizado. Para responder a esas necesidades, Buitrago eligió diversas soluciones de DPA Microphones, capaces de capturar la energía del show sin comprometer la autenticidad de la música.
El set de micrófonos fue tan dinámico como la propia performance. Los metales fueron microfoneados con 4099 de DPA para instrumentos, modelos de alto SPL para trompeta y saxo, y de bajo SPL para flauta, logrando tonos nítidos y aislados en un escenario B a casi 25 metros del PA principal, rodeados por el caos acústico y la energía del público en estadios que albergaron hasta 100.000 espectadores.
Los 4099 también se usaron para percusión, desde congas y tumbas hasta bongós y acordeón. Para overheads y captaciones puntuales de platillos, toms y guitarras, se utilizaron los 2011 Twin Diaphragm Cardioid y 2012 Compact Cardioid de DPA, que ofrecieron una claridad impresionante, mientras que el poderoso 4055 Kick Drum Mic aportó graves completos y contundentes sin necesidad de un segundo micrófono, asegurando una coherencia de fase perfecta.
Desde el inicio, los micrófonos DPA fueron parte integral de la estrategia sonora. “He usado DPA por más de una década”, afirma Buitrago. “Dan la representación más fiel del instrumento; no necesitas girar perillas sin fin para ‘arreglar’ el sonido”, algo que, según él, fue fundamental para la gira “Mañana Será Bonito”. “Incluso con la cantidad de bleed que teníamos del PA, los 4099 entregaron señales limpias y naturales. Para el bombo, el 4055 fue tan efectivo que no necesitamos el seteo tradicional de doble micrófono, lo que evitó problemas de fase y logró una mezcla perfecta con las pistas de playback”.
La confiabilidad también fue clave en la elección de Buitrago. “No tuvimos una sola falla de micrófono en toda la gira, solo un reemplazo de cable”, señala. “Los DPA están diseñados para resistir las exigencias de una gira mundial sin perder calidad de rendimiento”.
Los resultados no solo resonaron con el público en vivo. El documental de Karol G en Netflix, “Tomorrow was Beautiful”, incluye grabaciones de la gira. No hubo overdubs ni repeticiones en postproducción: solo el sonido crudo y sin filtros de las presentaciones, preservado tal como sucedieron. “Karol quería mantener la vibra exactamente como estaba en el escenario”, explica Buitrago, quien también se desempeña como ingeniero de postproducción de audio de la artista. “Cuando tienes el micrófono adecuado, puedes hacerlo. Lo que se escucha en la película de Netflix es la performance real, capturada noche tras noche”.
Desde baladas íntimas hasta himnos que hicieron temblar estadios, “Mañana Será Bonito” demostró que el gran sonido en vivo depende tanto del equipo como de la interpretación. Con micrófonos DPA en cada instrumento clave, la música de Karol G llegó a cada rincón de los recintos con potencia, precisión y una calidez inconfundible, convirtiendo cada noche en una experiencia inolvidable. Para Buitrago, esa confianza es profunda, tanto en el equipamiento como en su equipo. “Mi crew sabe que puedo elegir cualquier micrófono que quiera, y he elegido DPA. Los micrófonos hablan por sí mismos”.
Durante más de 25 años, Buitrago ha construido su carrera en la intersección entre la precisión del estudio y la electricidad cruda de la performance en vivo, recorriendo estadios y arenas con algunos de los nombres más grandes de la música latina y estadounidense, como J Balvin, Sebastián Yatra, Don Toliver, Lil Durk y Yeat.
El llamado de Karol G llegó hace casi cinco años, cuando la superestrella colombiana ascendía rápidamente hacia la fama global: querían a Buitrago detrás de la consola. La colaboración comenzó durante la pandemia, con presentaciones transmitidas en vivo y apariciones en televisión, un inicio poco convencional que cimentó la relación de trabajo. “Ella se estaba convirtiendo en una fuerza mayor dentro de la industria latina”, recuerda Buitrago. “Cuando salimos a la carretera, yo era tanto su ingeniero de sala como su especialista en postproducción”.