El Centro de Bellas Artes de Puerto Rico y d&b.

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Aparentemente es una
historia sencilla: un centro artístico con varias salas, una ambiciosa reforma
total de la infraestructura de audio y un presupuesto al que ajustarse. Y, en
muchos sentidos, la finalización del proyecto a principios de este año confirma
la sencillez de ese encargo. Pero, naturalmente, al entrar en detalles se
revelan más datos y resulta que este encargo no consistía sólo en la aplicación
de nueva tecnología en el Centro de Bellas Artes (CBA) de Santurce, Puerto
Rico, sino que de golpe el Centro iba a irrumpir con fuerza en el siglo XXI, y
para ello tenía que lograrse un cambio de cultura.

“La primera vez que nos
dimos cuenta de que había algo diferente en este proyecto fue cuando nos
pidieron que, como parte de la propuesta, montáramos totalmente y pusiéramos en
marcha cada uno de los tres sistemas de audio necesarios para los tres recintos
del Centro de Bellas Artes, aquí en nuestro taller de Nueva York, antes de
enviarlos a Puerto Rico”. Michael Cusick es el diseñador Senior de sonido en la
empresa SAVI de Nueva York y supervisó la ejecución de este proyecto cuando se
adjudicó el concurso. “Cuando el asesor de audio independiente contratado por
el CBA, Daryl Bornstein, se puso en contacto con nosotros, nos explicó que el
montaje previo implicaba presentar un modelo completo, la eliminación de fallos
del sistema y las pruebas delante del cliente. Las instrucciones detalladas
ponían el listón muy alto sólo con todo lo que había que preparar con
antelación, pero su lógica era muy contundente. Además de la nueva tecnología
con la que tenían que enfrentarse, sólo había un margen de treinta días para
instalar los tres sistemas, probarlos y prepararlos para el uso.

Bornstein optó por utilizar
todos los sistemas de altavoces de d&b audiotechnik para los tres recintos,
con mesas Midas para las dos salas más grandes, y una Yamaha para el teatro más
pequeño tipo black box (disposición flexible de escenario y asientos), conocido
como Teatro Experimental. “En resumen, los diseños de Bornstein indicaban un
sistema de arreglo lineal de la Serie J de d&b para la Sala de Festivales,
con un aforo de mil ochocientas setenta y cinco personas, la más grande”,
continúa Cusick. “Un sistema de la Serie Q de d&b en la Sala de Drama, con
un aforo de setecientas setenta y cinco personas, y otro Q en la Experimental,
aunque aquí la aplicación es bastante original, en una disposición de
cuadrilátero con la adición de un B4-SUB en cada esquina. De hecho, también en
la Sala de Festivales hay un énfasis pronunciado en los graves e instalamos
cuatro subgraves J-INFRA al nivel del suelo y un arreglo SUB de cuatro pares de
J-SUB por la parte superior de la bóveda del proscenio. Esta atención a los
graves la determina el material de programa que suele presentarse en el CBA:
además de los esperados conciertos, ópera y teatro musical, la Sala de
Festivales también alberga muchos conciertos de salsa en los que una rica
tonalidad y los potentes graves forman parte de la receta musical.

Como SAVI está lejos en
el norte, en Nueva York, Cusick aprovechó la red de Partners de d&b y
contactó con la empresa Carlton Audio, con sede en Florida, para que le
ayudarán con el proyecto in-situ. Carlton envió a Rodrigo \»Drago\»
Herrera: “Drago es un gran ingeniero de sonido en directo, muy
competente\», explica Chris Carlton, fundador de la empresa.

“Sabe mucho de mesas
digitales y conoce toda la gama de altavoces de d&b, y encima habla español
e inglés”.

“Chris Dietrich dirigió al
equipo de instalación de SAVI in-situ”, continúa Cusick. “Pudo llevarse a un
pequeño equipo hasta la isla y colocar la mayor parte de la infraestructura de
cables y preparar las posiciones de los amplificadores con antelación a su
instalación física, ya que los teatros iban a estar inactivos sólo durante
treinta días. Jason Waggoner vino desde la oficina de d&b de Estados
Unidos, en Carolina del Norte, y ajustó los tres sistemas con nosotros mediante
el programa de ajustes sueco WaveCapture. Jason también nos ayudó con mínimos
ajustes finales en el mundo real de la sala\». “Ha sido toda una aventura
para el Bellas Artes”, explica la representante del propietario, Josephine
Márquez. “Todo el proyecto ha sido muy cómodo para nosotros, desde la
propuesta, la instalación y la formación hasta el funcionamiento a pleno
rendimiento. Estamos muy contentos con SAVI y con el trabajo de todas las
personas implicadas: y además el sonido es asombros.

http://www.dbaudio.com

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