La adaptación musical de Los Pilares de la Tierra, basada en el bestseller de Ken Follett, concluyó una temporada épica en el Teatro EDP Gran Vía de Madrid. Esta producción de gran formato, a cargo de Beon Entertainment, combinó escenografía, música e iluminación para transportar al público a una Edad Media profundamente emocional y arquitectónicamente deslumbrante.
Y como era de esperarse, la iluminación fue una de las grandes protagonistas: un diseño potente y expresivo, completamente articulado a partir de luminarias Ayrton. La propuesta lumínica, diseñada por Felipe Ramos y Juanjo Beloqui con enorme precisión técnica y fuerza narrativa, creó un abanico de atmósferas que fue desde catedrales góticas e interiores sombríos hasta mercados medievales a plena luz, mazmorras y salones majestuosos. El hilo conductor: la potencia, versatilidad y fiabilidad de las luminarias Ayrton, provistas por su distribuidor exclusivo en España, Stonex.
«Buscábamos un estilo tenebrista, de alto contraste y carga pictórica. Caravaggio fue una gran referencia», cuenta Felipe Ramos. «La iluminación tenía que acompañar la historia y ayudar al público a ubicarse en los saltos de tiempo y espacio.»
El rig contó con un verdadero arsenal Ayrton: Eurus, Diablo, Rivale Profile y Rivale Wash, Zonda 3, Karif, Argo 6 Wash, Bora y Levante, además de elementos decorativos integrados al diseño escénico. Todo el sistema estuvo conectado a una plataforma de tracking que exigía precisión, agilidad y máxima estabilidad.
«Desde el comienzo sabíamos que necesitábamos un sistema potente y versátil, con alto CRI y tamaño compacto, porque la escenografía es enorme y ocupa toda la caja escénica», explica Ramos. «Ayrton nos dio eso y más, dentro del presupuesto de producción.»
Entre las luminarias destacadas, los diseñadores coinciden en resaltar:
- Diablo: pequeña pero potente, ideal para simular luz solar a través de ventanas.
- Rivale Profile: “una grata sorpresa”; compacta, con excelente salida y gran fidelidad de color.
- Zonda 3: perfectamente integrada en rincones escénicos.
- Bora y Karif: fundamentales en escenas donde se requería intensidad y precisión en proyecciones con gobos.
Juanjo Beloqui lo resume así: «Cada luminaria aportó su personalidad. Fue un diseño versátil, eficiente y muy bien optimizado. Creo que la iluminación ayudó a materializar lo que el público imaginó al leer el libro. Y esa es la verdadera magia.»
Este proyecto demuestra que cuando el diseño, la tecnología y la creatividad hablan el mismo idioma, los resultados se hacen notar. “En Stonex nos enorgullece haber formado parte de esta historia, iluminando una producción que dejó huella dentro y fuera del escenario”, afirma Patricia López, de Stonex.